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“Nuestro bienestar presente y futuro requiere que
armonicemos el desarrollo con la conservación de los recursos naturales. No
fomentaremos uno a expensas del otro”. –Rafael Hernández Colón
Gracias a
Roselyn Sánchez por consagrar tanta belleza y talentos; por confirmar que puede
haber gran belleza externa con suprema belleza interna. Gracias por confirmar
que Dios se creció al crear a la mujer.
Gracias a
Roselyn Sánchez por participar en el mensaje sobre el bosque de El Yunque que
es bueno para la patria entera.
La historia nos
dice que en 1986, la administración Hernández Colón logró el acuerdo con el
Servicio Forestal de Estados Unidos que eliminó la posibilidad de una tala
comercial de árboles en El Yunque.
En tiempos más
recientes, en el mensaje pronunciado el 29 de abril de 2014, el gobernador
Alejandro García Padilla dijo:
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“En este pasado año, diseñamos la política pública de
mayor alcance en nuestra historia en conservación y atención a nuestros recursos
naturales. Con el Bosque Modelo, se protegen 390,000 cuerdas, el 17% del territorio
de nuestra isla. El proyecto de ley que presenté para garantizarlo lo quiero firmar
pronto. Sé que ha sido objeto de análisis riguroso, y sin menoscabo de ese
rigor, les pido que lo atiendan con premura.
Claro está, esa protección va mucho más allá que la
conservación natural. Va de la mano con la producción agrícola que ya cuenta
con mercados de consumo en nuestras escuelas, en nuestras mesas y de exportación
en el mundo entero; va de la mano con iniciativas de turismo de naturaleza y
turismo ecológico. Los recursos de agua y bosques se vinculan así a la
producción sustentable”.
Gracias a
Roselyn Sánchez por alentar los motivos de esperanza en tiempos retadores. Se
confirma que Dios emplea los medios que Él desea para responder y obrar; y toda
persona que opta por hacer y sembrar el bien, es instrumento de Dios y canal de
bendición. Gracias por fomentar el dar vida a la vida.
Adelante en la
vida como sabia, heroica y victoriosa causa de amor.
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“Para mantener un
balance entre lo central y lo local, para reforzar las posibilidades de mejorar
lo local, para asegurar nuestro carácter de isla tropical que rehúsa y rechaza
ser una ciudad rodeada de mar, es necesario mantener un balance entre lo urbano
y lo rural.
Lo rural no es tierra en espera de ser urbana. Lo
rural debe mantener sus propias características; son esas las que permiten que
seamos un conjunto de lugares y no un punto en un mapa. Las áreas rurales,
entre pueblo y pueblo y alrededor de nuestras ciudades, contienen en sí mismas valores
necesarios para nuestro desarrollo. De sus características se nutren nuestras
posibilidades como isla tropical: nuestra capacidad de abastecernos de agua,
nuestra posibilidad de atraer industrias, de proveer solaz al viajero, de
recogernos en la paz de sus riberas, de abrigarnos en el regazo campestre, de
inspirarnos en la belleza de sus paisajes, de extasiarnos con su Verde Luz de Monte
y Mar.
Ese Puerto Rico verde, de tantos tonos de verde, que tanto
amamos, lo tenemos que preservar, todos nosotros”. –Rafael Hernández Colón
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