En
junio del 2014, el Papa Francisco encontró en la Gruta de Lourdes de los
Jardines Vaticanos a un grupo de jóvenes de la diócesis de Roma. Les habló así:
·
"Esta visita a la
Virgen es muy importante en nuestra vida. Ella nos acompaña incluso en la
decisión más definitiva, en la decisión vocacional porque acompañó a su Hijo en
su camino que fue muy duro y doloroso. Ella nos acompaña siempre".
·
"Cuando un cristiano
me dice, no que él no ama a la Virgen, sino que no siente que tiene que
buscarla y rezarla, me entristezco".
·
"Un cristiano sin la
Virgen está huérfano, como también lo está un cristiano sin la Iglesia. Un
cristiano necesita a estas dos mujeres, dos mujeres madres, dos mujeres
vírgenes: la Iglesia y la Virgen. Y para hacer la prueba de una vocación
cristiana justa, hay que preguntarse: ‘¿Cómo es mi relación con estas dos Madres?’.”
Hubo
un tiempo en la historio de Puerto Rico, en que la sublime combinación de
humildad e intelecto de los jíbaros, les permitía enseñar a los niños a buscar
ser como Jesús y a las niñas a buscar ser como María.
Sería
un error dar a María el rol mesiánico de Jesús, pero ciertamente ella es
especial, destaca el amor maternal y ejemplifica gran vocación y valor sin
límites.
Con
el paso del tiempo, la contienda religiosa ha buscado eliminar aquellas
lecciones de los jíbaros y no fomentar las potencialidades del amor maternal. El
resultado no ha sido mejor. Cristianamente podemos retomar las lecciones de María
en la justa y correcta perspectiva, ya que mucho mejoraría con la dosis del
amor de madre.
Sería
un error dar divinidad al rol papal. Sin embargo, buscando lo salomónico, se
puede coincidir en que el cristiano se debilita sin conciencia sobre las
lecciones de la función maternal de María, y la Iglesia como institución que
trasciende al lugar de congregación debe
nutrir al ser humano del amor que hace familia en la fe. No encuentro en el
citado mensaje palabras que busquen sustituir a Jesús, sino palabras que buscan
paz y armonía ante los síntomas del cainismo que tanto daña y debilita.
Hay
sabiduría en reconocer lo especial en María, y que Jesús es el único abogado,
intercesor y redentor. Es cierto que no está bien la idolatría que se asocia
con esas perspectivas, pero no es menos cierto que se logra más buscando lo más
en que podemos coincidir. De hecho, se llegó a anunciar que el pastor Joel
Osteen produciría su primera película sobre María, lo que trasciende los
detalles de dicha producción al ser gran señal de confirmación para optar por
el mensaje de respeto, equidad y concordia. Dios ilumine a todos en la vida
como causa de amor.
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“María es representada
como una mujer valiente, fiel joven que fácilmente abraza su destino divino,
independientemente de los sacrificios y las penurias que debe soportar”. --Joel
Osteen, pastor de Lakewood Church.
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