Nadie quiere
guerras, comenzando por los propios soldados que conocen las duras realidades y
daños, pero en el mundo las guerras son una realidad. Esa realidad llama a tener
un sabio y amplio entendimiento. ¡Apoyemos a nuestros militares; y a la lucha
por armonía y soluciones salomónicas entre las diferentes culturas e ideologías!
Seamos
comprensivos y solidarios con nuestros soldados y con tantos que han muerto en
la línea del deber, en favor de que la ciudadanía tenga derechos y las
libertades para teorizar, diferir y buscar una buena calidad de vida.
En un mundo
imperfecto, en que muchas veces los soldados son víctimas de los promotores de
las guerras, se necesita el heroísmo en diferentes frentes; tanto en una mejor
diplomacia y liderato político, como en una mejor conciencia hacia los
militares. Un nuevo mundo se va forjando cada día con pasos de fe, comprensión
y edificación.
Esa conciencia
no es solo de Estados Unidos, es también de Puerto Rico y de otros países, y de
todos los que han encontrado en la bandera de las franjas y las estrellas, la
esencia multicultural que en su mejor sentido, es base de progreso y libertad
integral.
La
prensa informa sobre el ataque aéreo en contra del terrorismo; ese terrorismo
religioso va en contra de la humanidad; el propio Jesús fue perseguido por
religiosos.
Recordemos que Dios es Dios de Paz y Amor,
y también es Dios de los Ejércitos. Sea el Todopoderoso el mayor integrante de
las fuerzas aliadas capitaneadas por Estados Unidos en pos de orden y justicia,
y el nivel de paz que permita integral restauración.
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