Es un hecho histórico que las pruebas diagnósticas y de
aprovechamiento académico NO son un instrumento confiable. Objetivamente,
existe la tendencia tradicional de no darle importancia a la misma y
responderla con rapidez para tener tiempo libre.
El señalamiento de que hay fuga de
talento hacia Estados Unidos, confirma que hay gran calidad en nuestros
estudiantes y educadores.
La realidad es que el instrumento
más certero sería el que mida el desempeño que se da en la rutina del salón de
clases, como los resultados de los diversos exámenes y la forma en que se
brindan tutorías y los estudiantes mejoran. Así, se fomentan mejor los logros y
se corrigen las fallas y errores con mayor certeza.
Recuerdo que tuve un profesor que no
estaba de acuerdo con que todo tiempo pasado fue mejor y decía que “todo tiempo
futuro es mejor”. En un mundo imperfecto, cada testimonio de estudiante que
crece es alentador.
Los avances de las tecnologías y las
comunicaciones brindan mayores oportunidades de expansión en un mundo cada vez
más pequeño y competitivo; y aunque se necesita con urgencia un Plan Decenal de
Educación (para superar el partidismo, la falta de continuidad y los disloques
por cambios de administración), y el factor disciplina es un gran reto en que
se necesita que los padres apoyen cada día mejor al proceso enseñanza-aprendizaje,
procede enfatizar en lo esperanzador y constructivo.
En resumen: Las pruebas diagnósticas
y de aprovechamiento académico NO son un instrumento confiable. Procede lograr el medio que mida bien el desempeño
que se da en la rutina del salón de clases, para ser más justos y efectivos.
Dios ilumine a todos.
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