miércoles, 3 de septiembre de 2014

La pobreza no es superior y la prosperidad no es mala.

Objetivamente, el estilo de humildad y vocación de Mujica se gana admiración mundial (máxime en tiempos atípicos). Soy uno de los que admira su visión.

Sin embargo, hay que tener los ojos bien abiertos para que buenos principios no sean tergiversados para manipular y justificar limitaciones para muchos y bien para pocos.

El capitalismo, el progreso y el desarrollo no son malas palabras y voy más allá: el capitalismo es mejor que el comunismo.

No procede el cainismo de lucha de clases ni el mismo comunismo de siempre con nueva imagen. Nada bueno aporta el mensaje que aún con apariencia agradable, pueda tender a envidiar la prosperidad y buscar glorificar los sistemas caducos que no son superiores a las virtudes de la globalización que deben ser más que sus fallas. Incluso en el tema del ambiente, es más esperanzadora la creciente conciencia de conservación, por lo que hay que tener sumo cuidado con los mensajes que puedan ser empleados para tratar de remozar conceptos que tienden al estancamiento.  

Grandes ironías son los dictadores que fomentan ciego nacionalismo para el pueblo y viven los benéficos del capitalismo; y los que venden teorías y música de “crítica social” y de “protesta” para recibir y consumir a manos llenas los frutos del capitalismo. Peores son los que atacan todo desarrollo y convierten a los universitarios de bala de cañón, pero se aseguran de tener buen retiro y cada beneficio capitalista.

Todo lo anterior confirma que el mal no está en capitalismo, el progreso y el desarrollo, sino en la falta de equidad.

Veo que es un crimen tanto la falta de equidad, como los dos extremos de pobreza o consumo desmedido. Ciertamente la pobreza no es superior y la prosperidad no es mala. No estoy de acuerdo con que la pobreza acerca más a Dios o que la riqueza anula lo espiritual. Con buen corazón, los adelantos tienen supremo sentido.
                                                                  
Es debatible el punto de que Jesús vivió y enseñó pobreza (Jesús tenía linaje real de la descendencia de David, es Hijo del Dios Todopoderoso, la multiplicación de los panes armonizaba con su mensaje de abundancia, usaba una buena túnica y hasta tenía tesorero); o que el voto de pobreza es más consagración, ya que en San Juan 10:10 Jesús dice que vino para que tengamos vida en abundancia. La prosperidad no es mala; es buena y es de Dios cuando sirve para bendecir y dar luz. Muchas personas prósperas son de gran corazón y hacen mucho por la fe, la comunidad y la Iglesia.

Vivimos tiempos atípicos en que surgen odios y malas expresiones de ciertos religiosos y consagradas expresiones de fuera de lo religioso. Porque Dios emplea los medios que Él desea para responder y edificar,  las palabras de Mujica interpretadas en la más sabia y constructiva forma, pueden iluminar mucho. ¿Desea Mujica que su imagen sea comercializada y deformada como moda o propaganda, o desea algo más y mejor?

Se confirma que el cristianismo es Equidad porque todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la conciencia que todos somos hijos de Dios.

·         “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”.
--Mateo 22:36-40

·         “Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17



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