jueves, 4 de septiembre de 2014

Plantear si se está a favor o en contra del matrimonio homosexual es una trampa; Jesús enseña a buscar lo salomónico.

El que se pueda argumentar que la Biblia no avala la homosexualidad (en citas como Levítico 18:22 y 1 Corintios 6:9-10), no elimina el factor genético de la homosexualidad (lo que se puede entender en ese contexto como parte de la voluntad divina para que el ser humano crezca en tolerancia y comprensión ante la diversidad), y no avala que personas con el deber religioso, se puedan atribuir el poder que solo le toca a Dios y la autoridad para el cainismo, manipular, maltratar, juzgar, excluir y demonizar.
                            
Ante el tema del matrimonio homosexual, la solución es simple: Que la pareja de hombre-mujer, pueda seguir contando con las vías de matrimonio en el foro civil y en la congregación de su preferencia. Que la pareja homosexual pueda contar con la vía del matrimonio en el foro civil (foro judicial); y que se respete el derecho del liderato religioso que estime inaceptable el avalar y bendecir tal unión.
                            
Plantear si se está a favor o en contra del matrimonio homosexual es una trampa. Me recuerda a quienes le preguntaron a Jesús si era lícito pagar el tributo al César. El fanatismo religioso buscaba colocar a Jesús en una trampa en que perdiera de todas formas (si apoya al César se ubica en contra de su pueblo y raíces, y viceversa).

Sin embargo, Jesús enseña a buscar lo salomónico. En Marcos 12:15-17 dice:
·         “Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él”.

Reitero que plantear si se está a favor o en contra del matrimonio homosexual es una trampa; Jesús enseña a buscar lo salomónico. El gobernador Alejandro García Padilla planteó acertadamente lo siguiente:
·         "Ahora bien, ¿qué tenemos que lograr? Mecanismos a través de los cuales las personas heterosexuales que no se quieren casar y las personas de la comunidad LGBTT que quieran tener una relación de pareja tengan acceso a los mismos derechos que a los heterosexuales les garantiza el matrimonio"
Esos mecanismos son soluciones salomónicas. Dios ilumine al Gobernador y a todos para no caer en trampas tendidas por el cainismo y el fanatismo.

El ser heterosexual y creer en Jesucristo, me convoca cada día a buscar ser mejor ser humano. Todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la conciencia que todos somos hijos de Dios. Dios ilumine a todos.

·         “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”.
--Mateo 22:36-40

·         “Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17


                                                  

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