Es triste que se informe que no se
tienen los votos en la Cámara de Representantes para aprobar los proyectos de
marihuana. Los proyectos buscan reducir las penas por la posesión de pequeñas
cantidades de marihuana, y permitir el uso medicinal.
Es triste que lo inhumano que es
todo lo opuesto a lo cristiano y lo razonable, ponga trabas. Es triste que el
oscurantismo logre manipular y torcer. Dios ilumine a todas las conciencias
para que se aprueben los proyectos (sea hoy o en el futuro más cercano posible).
Gracias a las almas valientes que perseveran en lo correcto; eso es de Dios.
La estrategia de pretender resolver
todo con fundamentalismo, oscurantismo y la cárcel es más costoso y voy más
allá: Es aberrante el encarcelar a una persona por tener un cigarrillo de
marihuana mientras hay quienes cometen peores delitos y logran impunidad
mediante recursos y tecnicismos.
El argumento de rechazo a la
marihuana por los efectos nocivos y porque de ahí se pasa a buscar experimentar
con drogas más fuertes, confirma que lo más necesario son equipos
multidisciplinarios y no lo solo punitivo que busca barrer bajo la alfombra.
Recordemos que ante la postura de
apertura del Gobierno Federal sobre los estados en los que se legalizó el uso
de la marihuana, los usos médicos para la marihuana como los casos para aliviar
los dolores de quimioterapia, los costosísimos fracasos de estrategias
tradicionales y las abismales desigualdades socio-económicas, se hace necesario
explorar nuevas y mejores formas de ver y hacer las cosas.
Einstein dijo: ‘Ningún problema
puede ser resuelto ni comportamiento cambiado por el mismo nivel de conciencia
que lo creó’, lo que nos indica lo sabio de crecer y no resignarnos a más de lo
mismo. Hay que dar luz sobre los caminos mejores y superiores que las drogas
legales a ilegales. Todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la
conciencia de que TODOS somos hijos de Dios; la debida atención al enfermo y a
quien desea rehabilitarse es una gran manifestación de eso.
Ante ese tema, procede recordar
palabras pronunciadas por Rafael “Churumba” Cordero Santiago, en su toma de
posesión como Alcalde de Ponce de 1997:
·
“Cuando Puerto Rico comenzó su vertiginoso desarrollo
económico dejó a la vera del camino las enseñanzas básicas que la familia solía
darle al niño desde su nacimiento; que usted tiene que cumplir primero con sus
deberes para entonces reclamar derechos y que las escuelas no pueden sustituir
al hogar. La familia tiene que, a esa pequeña criatura acabada de nacer, darle
buenos ejemplos y, entonces la escuela darle el pan de la enseñanza. De esta
forma, la escuela se convierte en la prolongación del hogar. Pero, nosotros no
podemos pretender que la escuela ofrezca el amor, el respeto y las buenas costumbres,
principios valorativos que son obligación del padre y la madre. Por eso me
irrita oír: ‘la juventud está perdida’. Es que nos olvidamos de que la juventud
es el reflejo de la sociedad en que vivimos. En el 1967, Puerto Rico tenía
1,500 usuarios de drogas, y alrededor de 3,000 efectivos integraban la Policía
de Puerto Rico. Hoy, hay sobre 300,000 usuarios de drogas y cerca de 20,000
personas en la fuerza policiaca. Se han establecido radares, aerostatos, se
gastan miles de millones de dólares en tratar de que la droga no entre al
territorio norteamericano y a Puerto Rico, y, ¿qué hemos logrado? Han aumentado
los usuarios de drogas, la familia está desintegrada, la educación, tanto
pública como privada, deja mucho que desear. Vivimos en una histeria colectiva,
el SIDA arropa a nuestra sociedad. Por lo tanto, podemos concluir que el camino
que hemos recorrido hasta hoy no ha dado resultados. Es hora de enfrentar esta
realidad y todos aquellos que tenemos responsabilidad pública, junto a los
padres, sentarnos a reformular una Nueva Sociedad”.
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